FLORA DE BARAHONA

EL PAISAJISMO EN LA COSTA DE BARAHONA:

FLORA AUTOCTONA VS. FLORA INTRODUCIDA.

Barahona forma parte de la región de Enriquillo, la zona de mayor número de endemismos de nuestro país. La riqueza de la flora y fauna de esta región, le han otorgado la categorización internacional de Reserva de Biosfera, que incluye como área de alta importancia ecológica el Parque Nacional Jaragua, la Laguna de Oviedo, y sus cayos y manglares; la isla Beata y Alto Velo, y Bahía de las Águilas. Al igual que en la flora, la fauna de la región esta determinada por condiciones climáticas; y es una de las regiones más ricas en fauna, con especies endémicas, residentes y migratorias. (García, R. y Clase, T. 2002).

El frente costero de la ciudad, ubicada en el sur del país, es bañado por el Mar Caribe, e integra un mosaico de geosistemas, compuesto por playas, llanuras y humedales costeros.
La flora de Barahona es abundante y variada, con un alto porcentaje de endemismo, y se encuentra amenazada por efectos antrópicos, como la agricultura, ganadería, corte de madera y por el auge de las construcciones con fines turísticos. (García, R. et als. 2002)

Otro factor que pone en peligro la flora de Barahona es la utilización de plantas introducidas invasoras con fines ornamentales, las cuales están transformando el paisaje natural y sustituyendo las especies locales. Entre las especies exóticas cuya presencia es notable tenemos la Almendra y el Coco, el Pino de Australia, el Flamboyán y el Noni, entre otros.

La siembra de plantas nativas y endémicas en las áreas verdes y jardines con fines ornamentales, es uno de los principios del paisajismo sostenible que podría ser aplicado en las intervenciones futuras que se realicen en esta ciudad costera, a propósito del plan estratégico de Barahona, donde se tratará de relanzar esta zona como principal polo turístico de la región suroeste del país, con su riqueza florística como uno de los principales atributos con que cuenta esta provincia.

En toda intervención urbana y paisajista donde se realiza el remozamiento de espacios abiertos, el componente vegetal juega un papel muy importante, por los múltiples beneficios y funciones del mismo. (Laurie, M., 1975). Los diseñadores del paisaje deben garantizar que estos espacios exteriores sean creados con un lenguaje coherente con su ámbito natural, que mejore y proteja el medio ambiente al que afectan, al mismo tiempo que cumple un programa de necesidades. La vegetación, como principal recurso del diseñador de paisajes, debe adaptarse e integrarse al lugar natural, mediante el uso de plantas nativas y endémicas. (Guías de Paisajismo Cap Cana, 2007).

Se ha observado en intervenciones paisajistas recientes en la ciudad de Barahona, sobre todo en proyectos turísticos, la introducción de especies exóticas, las cuales constituyen una amenaza para la flora autóctona y extinción de especies (García, et als. 2002). Probablemente, las plantas ornamentales, junto a las de floricultura y las comestibles, constituyen las principales fuentes de introducción de invasoras en Republica Dominicana. (Peguero, B. 2007).

Algunas áreas de la costa de Barahona ya muestran cambios en su fisonomía, debido a especies como la Almendra, Terminalia catappa, que ha formado un pequeño bosque en los alrededores de la Playa San Rafael. Alrededor de las casas de playa y los complejos turísticos se ha observado jardines de especies exóticas que han transformado el paisaje natural y sustituido las especies locales. (García, et als. 2002).

Atendiendo al empuje que el turismo presenta como actividad económica, no debe dudarse que la franja costera de Barahona esta en condiciones de ser recuperada e incorporada a un programa de desarrollo turístico sustentable (Grupo CADIC, 2006). Entre las estrategias de planificación propuestas en el “Taller para el Ordenamiento Territorial Turístico Barahona 2015”, se encuentran: el recate del río Birán para su desarrollo turístico, el rescate y remodelación del malecón Este de Barahona, la reactivación del turismo de playa y costa y la mejora y expansión del malecón. (SECTUR-DPP, 2009).

La riqueza de la flora de Barahona es un recurso que debe ser aprovechado en términos del diseño del paisaje, ya que el reemplazo de la flora autóctona por especies introducidas causa desequilibrio, erosión, empobrece el suelo y disminuye la fauna silvestre. (Miller, Jr. 2007)