En un mundo donde progresivamente van disminuyendo los recursos naturales y aumenta la presión sobre éstos y la sociedad, debemos implementar rápidamente estrategias para diseñar hábitats sustentables. A veces estamos tan alejados de lo natural que parece nos hemos olvidado que somos parte de la naturaleza. El termino “Paisajismo sostenible”, se refiere a las intervenciones que se amoldan al entorno donde se desarrollan.
Para lograr el Paisajismo sostenible, este debe integrar los aspectos: estético, funcional y medioambiental. El aspecto estético se refiere a la morfología y plástica del paisaje. Se considera tanto la forma como la estructura y textura. El aspecto funcional relaciona el paisaje con sus usos. Abarca los accesos, limites, linderos, la seguridad vial, etc. El aspecto medioambiental considera principios de “Ecología del Paisaje”. Se considera la conservación del suelo y agua como parte fundamental de los criterios de diseño. Se identifican los corredores ecológicos y se pretende reestablecer y mejorar las conexiones naturales que pudieran afectarse por el impacto del proyecto. (Cap Cana, 2007).
El uso de plantas autóctonas es una de las estrategias en que se basa el paisajismo sostenible. Esta tendencia surge a raíz del deterioro del medio ambiente y procura la recuperación de la calidad ambiental. Las plantas nativas representan parte fundamental del paisaje original que ha sido desplazado especialmente en las regiones metropolitanas. Su aprovechamiento paisajístico permite jerarquizar los espacios verdes brindando funcionalidad, economía de mantenimiento y manejo, eficiencia en la implantación, y fundamentalmente, ayuda a naturalizar el paisaje urbano con elementos que, en la actualidad, se hallan escasamente representados.
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